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Calentamiento en el pádel 

¿Tú también eres de los que llega al club justito y se mete directamente en la pista? o ¿eres el que quiere terminar el calentamiento rápido para empezar cuanto antes...

¿Tú también eres de los que llega al club justito y se mete directamente en la pista? o ¿eres el que quiere terminar el calentamiento rápido para empezar cuanto antes la partida? Si eres uno de este tipo de jugador solamente informar que tarde o temprano el cuerpo te pasará la factura.

En el mundo del pádel es muy común no calentar, entrar a la hora a la pista y empezar con un peloteo de fondo, dos o tres voleas y un smash con todas las fuerzas. Después de este “calentamiento” se escucha el típico “Yo ya estoy, ¿cómo vais?”, este hecho en muchas ocasiones hace agilizar mucho el calentamiento del resto de los participantes en la partida. Estas actitudes generan lesiones en medio del partido como tirones, contracturas, roturas de fibras… Puede que tengas suerte y no sufras ninguna lesión en ese momento, pero al día siguiente tu cuerpo te lo va a recriminar (pesadez, agujetas…).

Los expertos recomiendan siempre realizar un calentamiento de un periodo de tiempo entre los 15-20 minutos. En este tiempo tenemos que conseguir que nuestro cuerpo asimile que va a practicar deporte y de esta manera preparar a los músculos.

Aparte de mejorar tu activación física y de esta manera prevenir lesiones, un buen calentamiento te va a meter ya en modo partido. Entrarás mucho más concentrado al partido, desde la primera bola se podrá apreciar como tu cuerpo responde y te sentirás más cómodo. Esto te puede hacer ganar ventaja en los primeros juegos que luego puede decantar la balanza de tu lado. 

 

Un buen calentamiento constaría de:

  1. Una activación fuera de la pista, mientras los jugadores acaban la partida anterior. Un trote en el sitio, pasos laterales, algún salto, movimientos de cuello, movimientos de brazos (hacia delante, detrás y abriendo y cerrando) … Toda esta activación debe ser muy leve, con pocas repeticiones; no se busca romper a sudar sino alertar y activar al cuerpo que se va a practicar deporte. (Si se ha llegado con tiempo al club se recomienda estirar fuera de la pista. Estiramientos de cuádriceps, gemelos, abductores, antebrazo, tríceps, bíceps…) 
  2. Una vez nos metemos en la pista no hay que tener prisa por tocar la bola.  Si no se ha tenido tiempo de estirar fuera de la pista, se estira cuando se entre a la misma. Al mismo tiempo seguimos moviendo las articulaciones (codo, hombro rodilla). Una vez tenemos claro que nuestro cuerpo está preparado iniciamos el peloteo. 
  3. El peloteo no debe consistir en hacer punto o ver quien le pega más fuerte, sino que debe ser un calentamiento para que tu cuerpo entre en contacto con el impacto de la pelota. En este peloteo inicial también analizaremos la pista, si hay humedad, ver el tipo de moqueta y ver el tipo de rebote que ofrece el muro/pared. 
  4. Una vez hemos acabado el peloteo de fondo y analizado la pista, nos dispondremos a subir a la volea. Como se menciona anteriormente, no se debe buscar hacer punto ni hacer correr al rival, sino que se busca que tu cuerpo se habitúe a un impacto con la bola más corto y directo. 
  5. Una vez hemos terminado en la volea pediremos que nos lancen algún globo para realizar alguna bandeja, y prepararnos para el partido. Si el globo no es bueno, no deberemos hacer un gran esfuerzo ya que aun nuestro cuerpo no está al 100%. 
  6. Una vez hemos terminado una serie de bandeja, le pediremos que nos deje una serie de globos cortos para realizar un smash. Siempre se recomienda que el primer smash no se le pegue con todas las fuerzas, pero cada uno conoce su cuerpo y sabe cuándo está preparado para exigirle un impacto más duro. 
  7. Una vez hemos terminado estos pasos, los entrenadores recomiendan salir de la pista, secarse el sudor y beber un poco de agua. De este modo estaremos preparado para afrontar un gran partido. 

Es tan importante un calentamiento como la recuperación post-partido. Antes de entrar en la ducha es muy importante volver a estirar todos los músculos ya que de esta manera los descontracturaremos y no nos darán problemas al día siguiente. Al haber jugado un partido de más o menos una hora, se habrá perdido una gran cantidad de líquido por lo que es importante volver a hidratarse bien. No nos tenemos que esperar al salir de la ducha o al llegar a casa para beber agua o el isotónico. De esta forma el cuerpo no pierde líquido y no se acostumbra a esos niveles tan bajos.

No siempre se calienta como uno desea:

  • El típico que se cree que en el calentamiento ya está jugando:

Un jugador que cuando calientas busca siempre hacerte puntos, le pega fuerte a la bola y recibes impactos más fuertes de lo normal. Al asumir tantos riesgos suele fallar mucha bola y no te da consistencia en el calentamiento y se sufren muchos parones. En estos casos lo que se sugiere es pedirle al contrario que baje el ritmo y avisar que se está calentando. Nada más entrar en la pista se sube a la volea y empieza el calentamiento desde ahí. Es una forma de intimidar al rival o de buscar el cansancio físico anticipado. El jugador de fondo aún no ha empezado a romper a sudar cuando ya está teniendo un ritmo de bola muy alto. En estos casos, la solución es difícil, pero se recomienda bajar un poco el ritmo de bola e intentar entrar en modo partido cuanto antes. 
  • El que llega tarde:

Típico jugador que por razones externas siempre llega tarde, llega con los cordones desatados y con prisas y sus primeras palabras son “Yo me tomo el primer juego de calentamiento, empezamos”. En este caso el mayor perjudicado es él, pero en cierto modo tú también. Sales perjudicado tu por que no has conseguido ese calentamiento eficaz que se consigue peloteando con tu paralelo. 
  • El que llega y saluda a todo el club mientras calienta:

El jugador que entra a la pista ya saludando a los de al lado, se para hablar con ellos y demás cosas. Este jugador sale perjudicado él debido a que no realiza un buen calentamiento, pero al mismo tiempo está interrumpiendo el tuyo ya que está más pendiente de saludar a todo el club que en calentar contigo.   

 

Análisis del rival:

Analizar al rival es un arma de doble filo, ya que en cierto modo puedes ver los puntos débiles y fuertes del rival. De otro modo el rival puede ver los tuyos o calentar de forma que te haga pensar que no sabe ni coger la raqueta y una vez en el primer set todo cambia. 

Podremos jugar esta carta a nuestro favor para ganar ventaja. Debemos apreciar bien al rival, donde falla, donde le cuesta, o si está ocultando algún golpe. Si cuando le pedimos que nos tire un globo no sabe tirarlo, o cuando tiene que salir de pared de revés no consigue pasar ninguna, debemos focalizar el juego en esos aspectos. Es importante comentarlo con nuestro compañero para que nos diga, lo que ha apreciado de su paralelo y poder ganar ventaja en los primeros juegos.  

Hay que mencionar que también vamos a sufrir esta estrategia y tenemos que estar preparados para salir de ella. Es tan legitima hacerla como que te la hagan y hay que estar preparado físicamente para afrontarla. 

En general, lo importante del calentamiento es calentar y en segundo plano el análisis de los contrincantes. 

Míralo de forma práctica: 

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